JuanMatachin

martes, septiembre 23, 2008

Cuando se extraña

Y también hay personas que extraño,
hojas en el viento,
fábulas que han enraizado en mi pecho
y trifulcas de tripas como serpientes ansiosas.

Pero esos dias de labios como cilos cadenciosos
esos días de lluvia repentina
de frases repentinas
los extraño como la vida que ahora tengo.

Y no es que no vaya a volver a ver sus ojos
como si se hubiesen hundido en la profundidad del frio
en una oscura vorágine de ingravidad,
como si hubiera muerto.

Es solo que temo,
temo mi regreso de estos mares
envuelto en olas de calor nocturno
envuelto en novedad.

Temo, que al ver de nuevo esos ojos me sean esquivos
y no se llenen de luz sino de vacio
y su piel se extienda sola como una sábana perdida
como la vela de un barco que vaga en el infinito del pronto.

Ay de mi si no vuelvo a electrizar ese cuerpo,
esa figura de piel que forra un esqueleto
y que a mis ojos ha de parecer divinal
ay de mi y mis cicatrices que no terminan de sanar!.

Ay de mi piel y de mis labios
si no vuelven a sentir esos que aunque no se seda
se me antojan suaves como la levedad de un violín
se me antojan delicados.

Pero esta vida, que va y viene
como una hamaca de estrellas
me dice o me dirá
lo fuerte que soy.

Hoy te extraño aunque no lo sepas
aunque te lo diga mil veces
aunque lo imagines
solo....te extraño.

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